miércoles, 10 de abril de 2013

Enseñar a meditar a los niños

La meditación es una poderosa herramienta para desarrollar la capacidad de concentración, facilitar la relajación y estimular el bienestar general. 

La práctica de la meditación FACILITA  -------El aprendizaje
                                                                                   ---------La memoria
                                                                                           ----------El pensamiento creativo y la creatividad
                                                                                                      --------La relajación y la reducción del estrés
                                                              --------La autoconsciencia, el autoconocimiento y el autocontrol
                                                                       --------El equilibrio emocional
                                                                                   --------La capacidad de concentración
                                                                                                   --------El sentido de la armonía y la paz interior

Fundamentalmente la meditación consiste en un abanico de técnicas activas que centra la atención en un estímulo individualizado y perfectamente definido. Por tanto es un estado flotante y predirigido de concentración. La estimulación de estas facultades del centro mental no queda exclusivamente circunscrito a la práctica, sino que también se desplazan al transcurso de las actividades cotidianas de la vida. 

Es posible comenzar a meditar con los niños desde los 5 años. De hecho la meditación es una de las formas más eficaces para ayudar a los niños y adolescentes a afrontar mejor la vida que les ha tocado en suerte, tanto desde la perspectiva personal como académica.
La meditación les da a los pequeños la capacidad de poder dominar sus pensamientos y sus emociones pero no mediante un autocontrol represivo sino estimulando la autocomprensión y la autoaceptación

El aprendizaje de técnicas básicas de meditación es muy sencillo y suele ser rápido. Mi propuesta es comenzar en sesiones de unos 30-45 minutos con 4 niños como máximo durante 4 días seguidos a ser posible. Después hacer una sesión de los niños junto con los padres para que puedan practicar en familia. Es evidente que los niños en principio no van a tomar la iniciativa de meditar solos . Esto hay que estimularlo meditando los niños junto con la madre o padre. Pero al experimentar los beneficios en sus cuerpos y mentes quedará como una herramienta a la que recurrir en caso de malestar y/o acontecimientos adversos. Finalmente se pueden hacer encuentros de supervisión o de profundización. 
No es necesario aprender en un espacio determinado. Se puede aprender en el hogar con unas condiciones mínimas de silencio y tranquilidad. 

Personalmente acabo de iniciar la práctica de la meditación con mis hijos y estoy feliz y sorprendida de los resultados. Hacía tiempo que deseaba comenzar pero no encontraba los momentos. Estas vacaciones de semana santa me regalaron ese pequeño rato que necesitábamos para iniciarnos juntos. Yo hace años que medito y en este año difícil estoy intensificando la práctica sintiendo sus efectos positivos en todo mi ser: el año sigue siendo difícil pero yo estoy y me siento bien. He percibido los beneficios casi inmediatos en mis hijos en todos sus ámbitos. Encontrar el tiempo cada día para practicar no es evidente, pero la semilla ya está plantada y germinando porque ya ha nacido de ellos el solicitarme que nos pongamos a meditar. 


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