miércoles, 28 de noviembre de 2012

Comunicación parental


El tema de la comunicación es un tema fundamental en la relación con l@s niñ@s.
Y que poca importancia se le da en España a este tema en general. Lo he visto en mis trabajos como mediadora en centros escolares e institutos. Lo he visto en las familias, cuando un padre te dice "¿y qué le cuento?". Lo vemos en las reuniones de vecinos, de asociaciones, en nuestros políticos.
En los centros escolares los conflictos se concentran en los recreos, el de mediodía y sobre todo el del comedor. Y l@s niñ@s si no tienen la confianza acaban por no acudir a nadie y manejar el conflicto como pueden. Esta confianza sólo es posible si el niño (voy a hablar a partir de ahora en masculino porque realmente resulta agotador y me siento hasta ridícula pero está claro que me refiero a niña o niño) sabe que cuando acuda a un mayor (profe o cuidador) va a ser escuchado y a recibir una respuesta a su demanda. Si en lugar de eso el adulto le dice que deje de llorar, hombre, que los chicos no lloran (esto lo he visto yo) o que se deje de tabarras y siga jugando o que el profe no va a hacer nada entonces ese niño dejará de acudir. También he visto que cuando ellos saben que el mayor va a actuar acuden a él tantas veces como sea necesario. Y que sienten que merece la pena.


¿Y con los hijos? Con los hijos idem de idem. Si nunca tenemos tiempo para ellos, si no jugamos con ellos, si no les contamos cuentos, si no les decimos como nos sentimos, si no les confiamos nuestras historias de vida, ¿cómo lo van a hacer ellos? Si suelen recibir un no por respuesta acabaran por no pedirnos ya nada, ni que juguemos con ellos. Es decir, el impulso acabará por no darse. Es una ley del aprendizaje. En los bebes que nacen con alguna discapacidad es muy importante que los padres aprendan a interpretar sus señales de comunicación porque si el bebé no recibe una respuesta a su sonido, movimiento o gesto, dejará de hacerla y, por tanto, el espectro comunicativo se empobrecerá. Con los niños que tienen todas sus capacidades intactas pasa lo mismo. Por ello es muy importante que los padres demos respuesta a las demandas comunicativas de nuestro niño. Quiero señalar que la comunicación es un proceso complejo y multidimensional: está lo que digo, cómo lo digo, que gesto empleo al decirlo, cómo le ha llegado al otro. Los bebés se guían sobre todo por el volumen de nuestra voz, por nuestra cara, por el contacto físico que les damos. Aquí el contenido de las palabras no es importante aún. Todo lo demás constituye el 100% del mensaje para él. Y poco a poco el significado de las palabras va cobrando valor. Pero siempre, siempre, la parte del mensaje que no es estrictamente verbal es la que antes llega ¿o no?. Es más, si hay contradicción entre lo que digo y lo que mi cuerpo dice, esto último será el mensaje más importante para el receptor (hay multitud de estudios que asi lo demuestran). Quiero decir con esto que ¡¡¡atención padres y madres!!! con vuestra comunicación no verbal o corporal, que constituye un 70% de lo que decís a vuestros niños. Es más difícil ser consciente de este nivel de comunicación pero hay técnicas que nos ayudan como son todas las técnicas psicocorporales como la bioenergética o el movimiento expresivo o la respiración. Para empezar podéis dejaros guiar por vuestros hijos: ¿a qué muchas veces habéis sentido que vuestro hijo os había leído la mente a pesar de haberle dicho otra cosa muy diferente? Ahí está su feedback que puede ayudarte a mejorar como padre o madre. 
Para terminar deciros que me encantaría recibir vuestros comentarios a este tema. Un saludo invernal.

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